El amor, el miedo y el odio, ¿se relacionan entre sí? La semilla de inspiración sobre la que vamos a reflexionar hoy comienza por imaginarnos una moneda. Sí, una moneda, pero algo distinta a las que solemos ver… Aquí va… imagina que de una lado de la moneda tiene un corazón ( símbolo gráfico del amor), la pregunta es, ¿qué esperas encontrar del otro? ¿Odio, indiferencia, ira, desamor, un corazón lastimado o quizás miedo…? A través de experiencias propias, ajenas y mi formación profesional esta es una de esas cuestiones que sin duda son semillas de inspiración, y hoy las comparto contigo.

En éste artículo vamos a intentar buscar una perspectiva distinta. Con mucha facilidad nos apresuramos a considerar el amor y el odio como opuestos y parte de la misma moneda. ¿Qué crees tú? ¿Es el odio el opuesto al amor?

En ocasiones vivimos considerando todo desde una perspectiva que, además de deshumanizarnos, nos conduce a vivir una vida de prejuicios y polaridades. Así solemos ver el mundo desde una perspectiva poco flexible y adaptativa. Decimos «me ama o me odia»; una persona hace algo malo y nos apresuramos a hacer un juicio de valor hacia ella, olvidando que su comportamiento o el nuestro no nos definen. Somos mucho más que nuestros comportamientos…

Si buscáramos un opuesto, la invitación es a considerar el miedo. Miedo que puede venir como resultado del desamor que hemos vivido, miedo a ser rechazados, miedo a no merecer, miedo a no estar a la altura de las circunstancias, miedo a los juicios que otros o nosotros mismos hacemos de cada uno. La ausencia o la falta de amor suelen estar más relacionadas con algunos de estos miedos que con el odio.

¿Para qué me sirve esta perspectiva? Si bien podríamos considerar tantas respuestas, hoy voy a destacar una: cuando te encuentres en una circunstancia donde consideres la ausencia o la falta de amor, intenta buscar respuestas que construyan y humanicen porque seguramente el miedo esté generando ese comportamiento y cuanto más grande sea ese miedo, más destructiva será la acción o actitud de la persona.

Sobre el odio, ya sabemos que nos lleva a transitar caminos de dolor, autodestructivos, a vivir en soledad y llenarnos de ira. Este enfoque busca considerar a las personas más allá de sus circunstancias. Aquí transitamos un camino de comprensión, empatía y resiliencia.

Y si te vuelvo a preguntar, ¿qué ves del otro lado de esta moneda imaginaria? ¿Cuál es tu respuesta? Y, más aún, cuando ves falta o ausencia de amor en tu vida o en otras personas, considerar el miedo como parte de esa circunstancia, ¿hace que la veas diferente? ¿Cómo te hace sentir esta nueva perspectiva?

Pues quizás sea el amor el mejor recurso frente al miedo. Primero amor a ti mismo, para luego amar mejor a los demás.

Daniela Pérez.